viernes, 1 de octubre de 2010

TE PRESENTAMOS UN CAPITULO DE "¡Seré Benefactor!"


CAPÍTULO V


EL DESPERTAR DEL AMOR


Hacía bastante calor y hubiera ido a dormir un rato, lo mismo que el doctor y los demás, pero por no defraudar a Alina, aceptó. Pidió a Rosendo que trajera dos caballos. Le preguntó a la muchacha si montaría con esa ropa. Tenía un vestido muy corto y liviano, al subir al caballo, mostró sus lindas piernas. Montaba muy bien, se notaba que tenía escuela.
_ ¡Adoro los caballos!_exclamó y partió al galope.
Remo la alcanzó y le dijo:
_Moderemos el paso, hace mucho calor y quiero mostrarte un lugar que he descubierto que vale la pena visitar.
Recorrieron un sendero que los llevó a la orilla de un arroyo con un entorno espectacular. Una pequeña cascada formaba un embalse que invitaba al baño. Remo llevó los caballos a beber y los ató a la sombra. Al volver vio como Alina dejaba deslizar su vestido y entraba al agua solamente con su diminuta ropa interior. Sorprendido, se acercó. Ella volvió, sonriente, su rostro, su cuerpo de diosa y sus pequeños pechos, propios de sus 17 años, y con una carcajada, dijo:
_ ¡Remo, te has quedado mudo! ¿Es por verme así? …..
¡Vamos, entra al agua!.....
Él se quitó la remera e iba a entrar con su short…
_ ¿no pensarás bañarte vestido? _dijo ella.
Con algo de vergüenza se quitó el pantalón y quedó con el slip mostrando su varonil figura…..Ella lo provocó arrojándole agua y él se zambulló……..El agua estaba deliciosa. Alina se le acercó y le dijo:
_ ¡No tengas miedo que no te voy hacer nada!
Él aceptó el reto y se dedicaron a jugar como dos niños. Remo trataba de guardar distancia. No sabía hasta dónde llegaría Alina con sus juegos, cada vez más desinhibido. Sus roces ponían en peligro el respeto que quería guardar hacia ella. Era difícil para él mostrar despreocupación, y la vista de Alina desnuda eras una invitación a dejar el respeto para otra ocasión. Ella actuaba naturalmente sin mostrar que estuviera buscando una situación límite…..Cuando le pareció que la cosa se volvía peligrosa, Remo dijo:
_ Vamos ya, debemos regresar…..tu padre se debe haber levantado….Hace más de dos horas que salimos de la estancia.
Alina se vistió murmurando algo….parecía que esperaba otro desenlace. Él agradeció que todo terminara así.
A la vuelta, Alina conversó menos, pero se mostró contenta con el paseo. Cuando llegaron fue a su habitación a cambiarse, y apareció con un short cortísimo, remera escotada y zapatillas blancas. ¡Hermosa figura!....Remo se duchó y se cambió de ropa. Fueron a lo de don Rosendo, donde las chicas los recibieron alegremente y preguntaron a Alina con intención:
_ ¿Cómo les fue de paseo?........
Alina les contó detalles sin puntualizar mucho. No dijo que se habían bañado. Sara miraba a Remo con picardía. Sabía lo que pasaba por la cabeza de las dos hermanas. Él se hacía el desentendido…..Las chicas fueron a caminar y él se quedó con don Rosendo. Llegó Efraín y enseguida el doctor.
_ ¿Qué queda aún en el tintero?....._preguntó.
Remo le explicó que quería que Nadia fuera al pueblo a estudiar computación.
_En pocos meses podremos presentar la papelería a los contadores, como ellos quieren. Además me parece bueno que Hipólito la acompañe y estudie radio y electricidad. Nos será muy útil para futuros proyectos. También vamos a agregar otro día de clase a la maestra que viene dos veces a la semana.
El doctor estaba sorprendido por la cantidad de ideas que se generaban en la cabeza de Remo. Éste le pidió que, antes de que se hiciera más tarde, dieran una vuelta con el avión por toda la estancia, para observar desde el aire cómo estaba todo. Invitó a Efraín y Rosendo, pero éstos prefirieron quedarse en tierra. Cargó su máquina fotográfica e indicó al doctor que se elevara lo suficiente como para sacar una foto de toda la estancia.
__después volaremos a baja altura….
Sacó el rollo entero, fotografiando cada lugar. Desde el aire se dominaba la enorme extensión de la zona boscosa. ¡Había para desmontar años sin que se sintiera su efecto! Cuando vo0lvieron hizo algunas anotaciones de lo observado desde el aire. Se reunieron todos en el comedor. Al rato se presentó un puestero y pidió hablar con Remo. Era uno de los indios del “6”. Después de pedir disculpas por molestarlo, le dijo que un hijo suyo tenía problema en un pie, que le impedía caminar correctamente. Quería saber si el doctor lo revisaría y aconsejaría qué hacerle. Remo le preguntó si lo había traído.
__No, pero lo traigo
__ No, mañana iremos con el doctor y la revisará.
Consultó después con Raúl sobre esa posibilidad y dijo que no habría ningún inconveniente. Finalizaron el día con asado al aire libre, que termino a media noche.
Al otro día, después de desayunar, Alina y Efraín fueron al “6”.
__Recorre todo el puesto por si hay algo que hacer..._le indicó Remo a éste. Los indios se habían preocupado por tener todo limpio. Los niños estaban con su mejor ropa. El doctor revisó al indiecito. Alina lo ayudaba. Lo hizo caminar y examinó cada parte de la pierna y el pie.
__Por lo que puedo apreciar, este niño tiene una malformación óseo en el metatarso que, si bien es pequeña, le impide caminar correctamente. Si no se corrige mediante una operación, caminará mal toda la vida. La operación es sencilla pero requiere un post-operatorio bastante largo. Lo tendrían que llevar a Rosario para que lo podamos operar. Necesita un acompañante, si es la madre mejor. Deberá estar una semana en la clínica y después dos semanas enyesado, sin asentar el pie-los indios se habían quedado muy serios-. Por los gastos no te preocupes, no se te cobrará nada. Tampoco por la internación. Todo ira por cuenta de la estancia y Remo deberá ocuparse de todo, incluso del traslado, que puede ser en ocasión de un viaje suyo a Buenos Aires.
Alina había traído unas golosinas que distribuyó entre los niños. El indio regaló al doctor un cinturón de cuero de víbora trenzado, hecho por él, que era una obra de arte. El doctor agradeció y emprendieron el regreso. El almuerzo transcurrió con temas relacionados con la actividad futura en la estancia. Remo detallaba todos sus proyectos y Efraín le hizo recordar la idea de la capillita.
__ ¡Basta ya de nuevas ideas, dejen algo par mas adelante!....__exclamó, riendo, el doctor.
Terminaron a las cuatro de la tarde. Fueron a descansar y a las seis y media estaban tomando mate en el parque, siempre con las ricas masas de Esther. El doctor dijo que temprano, al día siguiente, irían al banco del pueblo a registrar la firma. Había pensado que sería mejor tener una cuenta también habilitada a nombre de Efraín, para cualquier emergencia.
__ ¿Yo con cuenta en el banco? ¡Qué peligro!.....__dijo en medio de las risas Efraín-
__Quiero que veas la posibilidad de comprar una camioneta para tener a tu servicio. La que llevó don Justo pienso regalársela a él, es parte del premio que quiero darle __dijo el doctor, entre las miradas de Remo y Efraín.
Remo aceptó y dijo que cuando hubiera dinero suficiente iría al pueblo a discutir precios. Llegó la hora de la cena y de ir a dormir. Los jóvenes se reunieron en el comedor de don Rosendo a tomar mate. Por la mañana, muy temprano, todos arriba. Con mate de por medio el doctor, Remo y Efraín fueron al pueblo para hacer las gestiones bancarias; dejaron todo listo y volvieron a almorzar.
Comida de Esther de despedida al doctor. A la cuatro de la tarde la partida. Alina dio un beso a cada uno, y uno, muy efusivo a Remo. Ni miró a Sara. Adivinaba su expresión. Les dejo la dirección para que la visitaran en Rosario. Se alejó el avión y volvió la tranquilidad a “La Morenita”. A Remo le quedó un remordimiento por no haberle contado al doctor sobre el comportamiento de los encargados.
__ ¡Para qué arruinarles el viaje!.....__se disculpaba.
Remo pensaba en la velocidad con que transcurrían todas las cosas y tenía ansiedad por ver resultados; pero los tiempos no podían apurarse y dejó que su pensamiento se detuviera en el hermoso cuerpo de Alina.
Esa semana arregló los contratos con todos los desmontadores; estudiándolos a fondo con Efraín, comprobó el excelente negocio que hacían los contratistas, no así “La Morenita”, pero si don Justo, el más favorecido; sin capital y sin dinero, embolsaba sus buenos pesos. El beneficio para la estancia era la ampliación del terreno apto para la siembra. Tomó la determinación de que, aunque le doliera, le escribiría una carta al doctor, contándole toda la verdad. Esa misma tarde escribió una extensa carta.
Con seguridad, el doctor le reprocharía no haberle contado todo durante su estadía ese fin de semana. Unos días después, apareció. Unos días después, apareció Tito, venía con la camioneta de la estancia.
Remo y Efraín venían de una recorrida por los puestos, los saludó muy efusivamente…….los muchachos con frialdad le preguntaron por don Justo.
__Mi padre está muy delicado y requiere mucho cuidado. Vengo a llevar mis cosas, me las llevaré al pueblo.
__No hay problema, puedes cargar todo lo de ustedes, Rosendo te ayudará_-dijo Remo; Tito cargó todas sus cosas, valijas, bolsos y cajas.
__No queda nada más…..__dijo.
Remo le pidió todos los papeles de la estancia que tuviera en su poder.
__Está todo en una caja, en el escritorio…__dijo Tito.
Ya por irse y al saludar, Remo dijo:
__Si no queda nada más de ustedes, te agradecería que no vengas más por aquí. Hemos descubierto todas las maniobras que vos y tu padre realizaron, perjudicando a “La Morenita”, todo esto merece una denuncia pero no la haré, porque seguro el doctor no querrá hacerla, pero te repito, ¡no vuelvas por este lugar!
Eso sí la camioneta, deberás regresarla a la estancia. La dejarás en la concesionaria, nosotros iremos a retirarla y otra cosa, tenemos pruebas y testigos de todo lo actuado por ustedes, cualquier intento de accionar en contra de “La Morenita” servirá para que toda la estafa que han hecho, abusando de la confianza del doctor, salga a la luz y la gente sepa qué clase de gente son ustedes.
Tito se alejó rápidamente, sin saludar, y Remo se sintió aliviado por haber descargado su bronca guardada contra los ex encargados. Fueron con Efraín a revisar la caja que dejó Tito.
__Seguro que no dejado nada comprometido…..__dijo Efraín.
Se dispuso a escribir otra carta al doctor, contándole lo sucedido, y se prometió no ocultar nada en el futuro.
Dio por terminado el asunto y se dedicó a sus proyectos…